La evaluación de los procesos atencionales y ejecutivos ha recibido mucha atención a lo largo del tiempo, existiendo numerosas pruebas estandarizadas que permiten obtener indicadores fiables de rendimiento en estos ámbitos. Sin embargo, una de las principales limitaciones de las tareas utilizadas sería su impureza (Miyake et al., 2000), ya que la mayor parte de ellas implican más de un proceso cognitivo para su realización que sería difícilmente aislable en su medida, especialmente si tenemos en cuenta la relación de los procesos atencionales con las funciones ejecutivas. Esta limitación podría solventarse con la utilización de más de una tarea o test para evaluar cada proceso cognitivo. A continuación, se presentan algunos de los test de evaluación más utilizados para la medida de los procesos atencionales y ejecutivos.