Dr. José Ramón Alonso Peña
Dr. José Ramón Alonso Peña
28 de abril de 2017
El cerebro es el sustrato básico del aprendizaje y la memoria. Los datos de la investigación en Neurociencia deben ayudarnos a diseñar mejores métodos de enseñanza, currículos más ajustados y mejores políticas educativas. Debemos conseguir que el aprendizaje sea más útil, más creativo, más rápido, más intenso, más ameno y cada vez tenemos más información sobre cómo hacerlo. El cerebro es una estructura flexible, moldeable, donde las experiencias positivas (enseñanza) o negativas (consumo de sustancias adictivas) generan una modificación importante y permanente de la estructura y la función cerebral. Procesos como la reorganización dendrítica, la neurogénesis en adultos o los cambios estacionales en las sinapsis nos muestran una imagen del cerebro mucho más flexible y plástica que lo que pensábamos hace unos años. Las técnicas de neuroimagen nos permiten ver el sistema nervioso en funcionamiento, lo que posibilita la valoración y localización de nuevas estrategias formativas. La aplicación del método científico nos permite valorar la eficacia de pequeños cambios en el aula que mejoran los resultados de nuestros estudiantes. Del mismo modo, la investigación neurocientífica nos permite desmontar alguno de los mitos persistentes sobre la actividad cerebral y restringir el campo para los promotores de actividades esotéricas, pseudociencias y supercherías, desgraciadamente, frecuentes en algunas aulas. La Neuroeducación es un campo emergente pero cada vez más interesante, más plausible y más real.
Presentación
¿Qué son las “neuros”?
Plasticidad neuronal
Neuromitos: neurociencia y mitos
Investigación: plasticidad neuronal
Plasticidad neuronal en el aula