Dr. Rafael Martín Acero
13 de diciembre de 2017
Dr. Rafael Martín Acero
La Educación Física escolar se viene desarrollando en una interminable cadena de crisis. Crisis sobre su ubicación con respecto a los fines de la educación, y con respecto a los objetivos de la enseñanza obligatoria, aumentados por los constantes cambios de su marco jurídico y curricular. Crisis entre los fines de cada alumno y los fines de cada profesor/a. Crisis entre la abundancia de contenidos, competencias y resultados de aprendizaje y el tiempo escolar dedicado a la Educación Física.
La situación no facilita necesaria reflexión consensuada, tan necesaria en un país como España donde a la Educación Física hace muy pocas décadas que se la ha situado en los estándares académicos actuales, tanto en la formación de docentes, como en el desarrollo curricular para los centros y alumnos. En este convulso marco lo que se percibe con facilidad son las amenazas, quedando en opacidad alguna oportunidad de cambio y mejora que, incluso puede ser trascendente. El primer reto será controlar la amenazas, el segundo percibir y desarrollar estratégicamente las oportunidades.
Ningún cambio importante se conseguirá sin un enfoque sistémico, es decir sin intervenir en conjuntos de variables en interacciones complejas entre los correlatos de la no habituación y de la adquisición de estilo de vida con actividad física saludable. Se trata de identificar contenidos significativos que atiendan la competencia motriz esencial, con efecto y tamaño diferente sobre cada alumno, incluyendo la observación y objetivación en resultados de aprendizaje.
A lo largo de los cursos de enseñanza obligatoria el alumno debe de asumir progresivamente más responsabilidad, y por tanto autonomía, con respecto a su bienestar percibido, como parte de su salud y desarrollo integral, mejorando y manteniendo su hábito hacia la actividad física, el ejercicio sistemático, el deporte, las actividades rítmico-expresivas, y las actividades en el medio natural. Al finalizar la etapa de secundaria el alumno debe de resolver los problemas que le impidan realizar actividad física regular, autoevaluarse en su modelo personal de actividad físico-deportiva. No será suficiente tener una condición física saludable media inducida solo por el desarrollo corporal y por cierto estímulo de la obligatoriedad de actividades curriculares.
Modelo ecológico y macroestructura I
Modelo ecológico y macroestructura II
Mesoestructura del modelo ecológico
Microestructura y maduración neurofisiológica
Conclusiones